lunes, 18 de mayo de 2009

Los locos que guían a los ciegos

EL REI LEAR

Director: Oriol Broggi

Intérpretes: Joan Anguera, Paula Blanco, Màrcia Cisteró, Oriol Guinart, Pep Jové, Òscar Intente, Francesc Pérez, Mercè Pons, Albert Ribalta, Xavier Ripoll, Xavier Ruano, Enric Serna, Marc Serra, David Vert i Ramón Vila.




Sobre la locura y la vejez trata una de las tragedias más complejas y cargadas emocionalmente de Shakespeare: El Rey Lear. El joven director Oriol Broggi, que no parece temer a esta complejidad, ha sabido captar la esencia de la obra y transmitirla de una manera sencilla y directa, apostando por una puesta en escena arriesgada que se encuentra en decadencia. Me refiero al teatro puro, sin adornos ni aditivos. La austeridad escénica interpreta un papel muy importante dentro de la obra, permitiendo al espectador dejar volar su imaginación.

La nave gótica de la Biblioteca de Cataluña se transforma en el espacio idóneo para transmitir ese ambiente lúgubre y cargado propio de El Rey Lear. La profundidad de la sala, por la que van entrando y saliendo los personajes hasta llegar al epicentro donde se desarrolla la acción, supone un punto de vista original para el público, que se convierte, en cierta manera, en una parte más de la obra. La disposición de la platea, que envuelve el escenario cubierto de arena, juega con la proximidad del público y le otorga el papel de cómplice. El resultado, un teatro mucho más vivo e intenso. Sin embargo, esta misma disposición también es un obstáculo para que el espectador se introduzca completamente en la historia y se deje llevar por sus pasiones. La longitud de la sala dificulta la visibilidad y el público corre el riesgo de desnucarse con los constantes movimientos de cabeza que debe hacer para seguir la trama.

La original adaptación de Broggi conserva la esencia de la doble tragedia paterno filial más apasionada de la literatura, introduciendo guiños contemporáneos, como la pantalla donde se proyectan paisajes nebulosos para las escenas de exteriores, el juego de sombras de la última escena o el moderno paraguas que cubre a Gloster en la tempestad.


El reparto está a la altura de las circunstancias. Joan Alguera, magnífico, se encarna en un rey Lear con carisma, fortaleza y poder y lo acompaña en su trance hacia la locura y el desquicio, perdido en la soledad por su afán de ser amado. Las hijas que lo traicionan, Regan/ Màrcia Cisteró y Goneril/ Mercè Pons, cumplen su papel a la perfección. Por su parte, la sinceridad inocente de la joven Cordelia destapan a Paula Blanco como una actriz revelación. Destacada también la actuación de Pep Jové (Gloster) y Óscar Muñoz (Edgar). No ocurre lo mismo con el villano de la obra, el bastardo Edmund, quien no adquiere la maldad y credibilidad necesaria bajo la actuación de Xavier Ripoll. El espléndido y atrevido bufón, interpretado por el impecable Oriol Guinart, junto con la locura del rey Lear, aportan toques de humor característicos de las obras shakesperianas y salvan a la obra en los momentos bajos.

Salvo alguna dificultad con los tiempos, en los que la trama se diluye, la original adaptación de Broggi es un Shakespeare en estado puro, sin más adornos que los necesarios.


domingo, 17 de mayo de 2009

Europenúltima

¡Me encanta!
Cuando esta mañana he leído en El País que Soraya, la ex-concursante de OT, ha quedado penúltima en Eurovision mi carcajada no podía ser más estridente.
Primero, no tenía ni idea de que el empalagoso y recargado festival que reúne a la creme de la creme europea estaba teniendo lugar en Moscú anoche... Así que, como veréis, no estoy demasiado metida en este tema. Pero sí había oído algo de que iba Soraya. Pensé, mira, otra de Operación Triunfo que no triunfa y se va a probar suerte a espectáculos de pacotilla...
Y no es sólo eso. Quedó penúltima gracias a los puntos de Andorra y Portugal, que nos votan por tradición y por pena en todos las ediciones. De no ser así, ¡el resultado habría sido aun más bochornoso! ¡Qué vecinos tan generosos!
No es por meter el dedo en la yaga, pero nuestro querido Chuiquiliquatre, invento creado por una magnate de la televisión como es Buenafuente, quedó con mejor posición el año pasado...




Soraya, 'La noche es para mí'

sábado, 16 de mayo de 2009

"El instante único e irrepetible"

El punto de vista del instante plasma las fotografías del maestro de la imagen, Henri Cartier Bresson.
El cofundador de la agencia Magnum es considerado el padre del fotoreportaje.
Sus "imágenes a hurtadillas" me atrapan, me conmueven, me transportan a la esencia del momento... y ésto solo lo consigue aquel que sabe observar.
Bresson sabe observar. Sabe captar el momento exacto, la expresión, el movimiento que hacen de sus fotografías unas auténticas obras de arte.
Tal y como el genio decía, "se trataba de poner la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo momento en el que se desarrolla el clímax de una acción".


Likke Li

Esta gélida sueca de 22 años se ha encaramado a lo más alto de los charts con temas tan brillantes como 'Little Bit' o 'I'm good, I'm gone'.
Su pop sedoso teñido de electrónica posee esa cualidad infecciosa de la que los suecos parecen tener la fórmula secreta. Tan elegante como contagiosa, su música es la invitada perfecta para la mejor de tus fiestas.


www.myspace.com/lykkeli
www.lykkeli.com/

viernes, 15 de mayo de 2009

¿Es posible otro periodismo cultural?

Durante la semana pasada se celebraron unas jornadas sobre periodismo cultural en la Facultad de Comunicación de la UAB. Un tema que nos toca muy de cerca a algunos...
Es obvio que la prensa está en plena decadencia y que el fin de la era de los periódicos está cerca. Los diarios gratuitos e internet han supuesto problemas de financiación importantes para la prensa escrita de pago, ya que los consumidores consumen nuevos productos informativos más inmediatos y económicos. Esto, en definitiva, significa la disminución de anunciantes, y por lo tanto, la reducción de ingresos. Lo que a medio y largo plazo se traduce en reducción de las redacciones, menor presupuesto y, en consecuencia, va desapareciento progresivamente el periodismo de calidad y de rigor.
A este duro contexto para la prensa, se suma la crisis económica que como hemos podido ver en los últimos meses golpea duramente a los media. Pero, ¿dónde entra, en este panorama, el periodismo cultural? Pues bien, la sección más castigada dentro de los diarios está siendo la de cultura, donde se ha recortado una gran cantidad de sus páginas.
La crítica es uno de los grandes géneros del periodismo cultural. A la conferencia del viernes (Parlen els crítics) asistieron Esteve Riambau (crítico de cine) y Toni Vall (crítico de televisión en el Avui).
Vall afirmó que, debido a la crisis que sufren los medios de comunicación, la crítica se está reorientando hacia una reseña lúdica que se limita simplemente a dar consejos de ocio. Según él, la crítica debe ser apasionada y convencida, a la vez que rigurosa, ordenada y analítica. La crítica no es solo una respuesta de un producto cultural, sino que puede ser una creación artística propia, puede tener peso y calidad literaria.
Riambau, por su parte, aseguró que la crítica ha perdido su peso, el espacio de análisis y de opinión, y ha pasado a cumplir un servicio de cartelera.
Durante el coloquio se llegó a la conclusión de que internet juega un papel muy importante en el periodismo cultural, puesto que abre las puertas a los escritores y periodistas que se ven limitados por el espacio que les dejan los periódicos.
Cabe reflexionar sobre si otro periodismo cultural, más comprometido con la sociedad, más analítico y más variado es posible y cuáles son los caminos que se deben tomar...

Etiqueta

No soy muy propensa a poner etiquetas a las cosas.
No se me da bien atribuir cualificativos, y menos a algo que pertenece tanto a mi persona como es un blog.
Dicen que el blog es la forma de ensayo moderna en donde el credor va dispositando sus ideas, sus aprendizajes, sus preocupaciones... El blog, al igual que el ensayo, es inacabado, imperfecto, ágil, espontáneo, algunas veces sustentado en ideas argumentadas y otras veces, simples palabras o imágenes que expresan el estado de ánimo y los pensamientos del escritor.
Dicen que el blog es el reflejo de la personalidad, la identidad y las percepciones del bloguista. Pero tampoco se describirme a mí misma...
Un adjetivo para este blog... no se... ¿variado? ¿expresivo? ¿Informativo? ¿irónico?
¿Alguien me ayuda?

Achís!


Éramos pocos y parió la abuela
... y el cerdo!

jueves, 14 de mayo de 2009

Oda a la cama

Tú que por las noches me abrazas entre tus sábanas frescas y limpias
Tú que me acompañas en mis viajes al más allá y me guías en los dulces deseos y las peores pesadillas
Tú, la fiel amiga en mis noches de insomnio y en los días difíciles, absorbes mis lágrimas y compartes mi preocupaciones
Tú, omnipresente en los momentos más pasionales y lujuriosos del ser humano,
que dejas que los enamorados se unan en sus tiernas caricias y los envuelves en su mundo privado
Tú, con la que tantas novelas he compartido y tantas horas he perdido mirando la televisión
Tú, compañera que me ayudas a soñar, a pensar, a imaginar, a descansar, a correr el telón de un día agotador y empezar con ánimo una nueva mañana...
Tú, con la que he pasado un cuarto de mi vida y seguiré compartiendo momentos contigo, aunque no seas la misma...
Eres el lugar más importante del mundo

Séraphine, la triunfadora de los César, se entrena en España


A pesar de que no soy demasiado admiradora al cine francés, el otro día fui a ver Séraphine, que se estrenó el pasado viernes en España. La película, dirigida por Martin Provost, fue la gran triunfadora de la pasada edición de los premios César (los máximos galardones del cine francés), ganadora de siete estatuillas, entre ellas la de mejor película y la de mejor actriz.
El film narra la historia real de Séraphine Louis (1864-1942), más conocida como Séraphine de Sellis, una visionaria pintora de principios de siglo que se ganaba la vida limpiando casas. Su obra fue descubierta por Wilhem Uhde, un marchante alemán fascinado por los pintores modernos e ingenuos.
La película se desarrolla en Sellis, la ciudad donde Séraphine nació y vivió toda su vida, con la excepción de los diez años que pasó en un manicomio, y dónde comenzó a pintar – por orden de un ángel – a los 41 años. Séraphine es la mujer de la limpieza de la Sra. Duphot y el poco tiempo que le sobra lo ocupa pintando. Un día, por casualidad, Uhde, quien vive en la casa de la Sra. Duphot, descubre una pintura de Séraphine. Fascinado, anima la a que siga pintando.
En 1914, cuando comienza la I Guerra Mundial, Wilhem Uhde se ve obligado a huir de Francia y abandonar a Séraphine. Durante esos duros años, a pesar del hambre y la miseria, Séraphine sigue pintando, siguiendo el consejo de su descubridor.
En 1927, Uhde regresa a Francia y se instala en Chantilly con su hermana Anne-Marie y su compañero. A petición de su hermana, decide ir a una exposición de pintores aficionados en Senlis. En el fondo de la sala descubre un enorme lienzo lleno de colores, y se da cuenta que aquel cuadro sólo puede ser obra de Séraphine. Conmovido por la vida de la artista, decide ayudarla de nuevo.
Los años siguientes serán los más fructíferos para Séraphine, pinta sus cuadros más inspirados y consigue vender mucho, pero poco a poco va cayendo en la locura…
Séraphine es una película tan valiente y poética como difícil de encajar en el panorama actual cinematográfico. Destaca sobre todo la emotiva e impresionante actuación de su protagonista, Yolande Moreau.
Moreau realiza una interpretación contenidísima, sin dejarse llevar por la locura evidente de su personaje, al que dota, con enorme precisión, de la humanidad, inocencia e infantilismo necesario para hacer creíble sin caer en la sensiblería ni en los excesos la figura de la pintora francesa Seraphine Louis.
Prost desarrolla una historia de presencias, en la que los sonidos de la cotineidad son la principal banda sonora de un filme en el que los diálogos son escasos.
El director utiliza un esquema lineal de la historia, pero atrae al espectador a través de los secretos que se van desvelando poco a poco del personaje.
Una película que ha arriesgado mucho, tanto por su contenido como por su estilo y que ha conseguido la recompensa del éxito de público en Francia, donde más de 800.000 personas la han visto.


'The Blue Bird'


The blue bird trata de forma contundente el acoso escolar, un tema muy presente en la sociedad y en la escuela pública japonesa. Basada en las historias del libro de relatos del mismo nombre del escritor Kiyoshi Shigematsu, El filme dirigido por el japonés Keni Nakanishi, tiene como protagonistas al conocido actor Horishi Abe y a Katana Hongo, una de las estrellas más prometedoras del cine nipón.

Marouchi, un profesor reservado y tartamudo, se incorpora como sustituto a una escuela tras el intento de suicidio por acoso de uno de sus alumnos. Ante la indiferencia con la que las autoridades del colegio zanjan el asusto, el profesor intentará concienciar a estudiantes y profesores sobre la gravedad del tema, haciendo remover la conciencia de los acosadores.

The blue bird pretende hacer reflexionar al espectador sobre la soledad y el malestar con la que se encuentra la juventud japonesa dentro de una sociedad que se esfuerza tanto por guardar las formas y convive constantemente entre la tradición y la modernidad tecnológica. Nakanishi nos propone un tema interesante y lo muestra contundentemente. A pesar de esto, el ritmo excesivamente pausado y un guión falto de argumentos hacen que este filme no destaque por una brillantez cinematográfica. Los interminables silencios que se producen a lo largo de la película y algunos fallos técnicos, como que en ocasiones se ve el micrófono en la parte superior de la pantalla, provocan que el espectador desconecte intermitentemente de la historia.

El cine asiático dejó su imprenta en Barcelona


Un año más el BAFF, el Festival de Cine Asiático de Barcelona, abrió sus puertas para ofrecer, en su 11º edición, una selección de más de 60 películas de producción reciente y, en su mayoría, sin estreno comercial previsto en España. Después de una década ofreciendo lo mejor del séptimo arte asiático, este festival ha conseguido un gran prestigio internacional y año tras año crece en espectadores y en renombre.
El BAFF ha contribuido a divulgar y consolidar la presencia de las cinematografías asiáticas más allá de los círculos de culto. En sus diez años de vida ha descubierto nuevos nombres que se han revelado como imprescindibles en el cine contemporáneo y se ha mostrado atento a nuevas corrientes y nuevos cineastas que han ido apareciendo en los últimos años.
Des del 30 de abril hasta el 10 de mayo, el CCCB, el Cine Rex, Aribau Club y el Espai Cultural Caja Madrid se conviertieron en salas de proyección de las películas japonesas, chinas, tailandesas o coreanas, entre otras nacionalidades, más interesantes del último año. Durante diez días la mejor cinematografía asiática se mudó a Barcelona y se proyectó en las pantallas, dando la posibilidad a los espectadores de escoger entre una variada oferta con títulos para todos los gustos.
Como novedad de este año, el festival dirigido Amaia Torrecilla y Carlos R. Ríos se incorporó en la lista de festivales en los que se concede el prestigioso galardón otorgado por la organización NETPAC (Network for Promotion of Asian Cinema). Este premio reconoce la mejor película asiática de los diferentes festivales (Berlín, Rótterdam, Cannes, Venecia, Singapur o Pusán).
Como de costumbre, el BAFF apuesta por nuevas miradas en su Sección Oficial a concurso, en la que la mayoría de los directores son de breve trayectoria pero con un gran potencial cinematográfico. En esta nueva edición, los organizadores han decidido cambiar la sección País Invitado, en la que cada año ofrecían una selección de películas de una nacionalidad concreta, por nuevas secciones en las que tendrá cabida nuevos focos de interés. Destaca la presencia de las denominadas “cinematografías emergentes”, procedentes de una gran parte del sudeste asiático. Un nuevo apartado es el de Emergentes, punto de encuentro de los trabajos de directores noveles. La otra, Focus Sudeste Asiático, engloba filmes filipinos, indonesios o malasios de nuevos realizadores.
Por último, la sección Cinegames, cuyas películas invitan a reflexionar sobre la relación entre cine y videojuegos, y el apartado Nippon Connection on tour, selección de piezas japonesas (animación e imagen real) procedentes del prestigioso festival alemán Nippon Connection, redondean una programación rica y variada.
En definitiva, el BAFF es una invitación mu apetecible para todos aquellos amantes del séptimo arte que quieran impregnarse de la cultura y el punto de vista asiático.

































domingo, 26 de abril de 2009

¿Dónde está? ¿Dónde estamos?

Probablemente nuestra época sea la más ociosa de todos los tiempos. En toda la historia no había habido tal cantidad de actividades y ofertas para ocupar nuestro tiempo libre.

¿Pero qué es el tiempo libre en una sociedad como la nuestra? ¿Dónde está? ¿A dónde ha ido?

Desde la crisis del Estado del Bienestar y las corrientes neoliberales que mueven nuestras economías, hemos vuelto a los tiempos en los que se trabajaba de sol a sol. Es verdad que las condiciones laborales ya no son las mismas, ni los métodos para producir tampoco. Nuestra sociedad ha cambiado, pero no nuestra manera de distribuir el tiempo y concebir el trabajo.

Quien trabaja mucho, aunque dispone de liquidez para gastarlo en ocio, no dispone de tiempo. El que trabaja poco y dispone de tiempo, no tiene dinero. El ocio se ha convertido en un lujo que administramos muy cuidadosamente. “Si mañana voy a cenar, esta noche no podré ir al cine, pero por otra parte me apetece más ir al teatro... pero es tan caro…”. Así, nuestro tiempo de ocio se rige por dos variables: tiempo y dinero. Y la ecuación es muy sencilla: menos tiempo y menos dinero = menos ocio.

Dentro de este panorama desolador, el fútbol se ha convertido en la actividad de ocio masiva y popular. El fútbol es capaz de reunir a noventa mil personas en un solo estadio y hacerles gritar, insultar, reír o llorar.

Por otra parte, está el boom tecnológico que nos absorbe la mayor parte del tiempo libre. Hemos sustituido el ir a la casa de un amigo para hablar por conectarnos al Messenger o al Facebook y “hablar” con veinte “amigos” a la vez. Las películas se ven des del ordenador y la música se baja por Internet. Y es lógico que sea así, ya que es barato e inmediato.

Sinceramente, pienso que nuestra sociedad sufre una grave crisis cultural, marcada por un sistema capitalista, una manera de concebir el mundo basada en la producción y un reparto desigual del tiempo y las oportunidades.

Una sociedad que no apuesta por la formación cultural de sus individuos es una sociedad vacía y pobre, que se va consumiendo a sí misma poco a poco y no es capaz de reciclarse.

domingo, 5 de abril de 2009

"La cultura és necessària?"


El otro día, paseando por Diagonal, me encontré con este cartel.
Qué quiere decir que si la cultura es necesaria?
Con qué juego de palabras nos quieren atraer esta vez los publicistas?
He intentado averiguar qué se esconde detrás de este eslogan, pero no he dado con ello aún.
Lo cierto es que a mi me llamó la atención esta pregunta retórica (quizás sean las consecuencias de las clases de periodismo cultural...)
Mi primera reacción al ver el cartel fue: "pss... pues claro que es necesaria!".
Durante todo el trayecto hasta casa esta dichosa pregunta ocupó gran parte de mi mente. Intentaba dar una respuesta contundente, con suficientes argumentos. Pero me venían tan rápido a la cabeza que no conseguía enumerarlos a todos.
Finalmente llegué a la conclusión de que la cultura es necesaria para vivir. Simple y llanamente.
¿Qué motivos se os ocurren a vosotros?

The Visitor


The Visitor és la historia de Walter Vale, un professor universitari que viu una vida rutinària i monòtona, sense passió per ensenyar ni escriure. Està cansat de tot el que li rodeja i camina com un somnàmbul a la seva pròpia vida.
Un dia, l’universitat l’envia a Nova York per assistir a una conferència, i quan Walter arriba al seu apartament, on fa temps que no hi va, es troba amb una jove parella d’immigrants que viu a casa seva des de fa uns mesos a causa d’una estafa immobiliària. Tarek, de nacionalitat síria, i Zainab, la seva parella senegalesa, no tenen a on anar. Trencant amb els seus esquemes, Walter permet de mala gana que la parella es quedi amb ell. La convivència amb els joves canviarà les percepcions de Walter i poc a poc anirà recuperant les ganes per viure.
El film aborda la problemàtica de la immigració, donat que la parella no resideix a Estats Units de manera legal i això comporta unes desgraciades conseqüències en les que Walter també es veurà implicat.
Cinc anys després de la seva òpera prima, Vidas Cruzadas (2003), McCarthy escriu i dirigeix una pel•lícula sensible i transparent. I al igual que amb el seu primer film, ha tornat a gaudir de l’èxit de la crítica i del públic. La història aborda temes com l’amor i l’amistat d’una manera sincera i fa una denuncia a las lleis que tracten els problemes de la immigració als Estats Units. Aquesta història sobre solidaritat entre desconeguts funciona i atrapa en tot moment.
Un dels grans encerts és el seu protagonista, Richard Jenkins. Aquest actor, a qui ja hem vist de secundari en Quemar después de leer, El hombre que nunca estuvo allí o Algo pasa con Mary, assumeix en The Visitor el seu primer paper protagonista a la gran pantalla. Tot i no haver guanyat l’Oscar, realitza una interpretació impecable basada en la contenció i carregada de matisos en la que amb una sola mirada reflexa tot el que el personatge porta per dins.
L’única tara del film és la falta de un ritme més regular i la coherència de la narració, que fa que no deixi de ser previsible. Però encara que s’hagi estrenat a poques sales i no hi serà molt de temps a cartellera, és una pel•lícula absolutament recomanable.

Dirección: Thomas McCarthy
Guión: Thomas McCarthy
Reparto: Richard Jenkins (Walter Vale), Haaz Sleiman (Tarek) Danai Gurira (Zainab), Hiam Abbass (Mouna), Marian Seldes, Maggie Moore, Michel Cumpsty, Bill McHenry, Richard Kind
Fotografía: Oliver Bokelberg
Montaje: Tom McArdle
Música: Jan A. P. Kaczmarek
Diseño de producción: John Paino
Dirección artística: Len Clayton
Productocción: Mary Jane Skalsky, Michael London
País: Estados Unidos
Año: 2007
Duración: 104 min.
Género: Drama

"En el séptimo cielo"


En el séptimo cielo (en alemán, Wolke Neun) es un drama romántico que muestra como el amor, la pasión y el sexo son posibles en la vejez. La veterana actriz alemana Ursula Werner, que la pudimos ver en Willenbrok (2005), interpreta a una mujer fuerte, pero que se encuentra en un punto de inflexión de su vida sentimental. Igne está en la sesentena y su vida es estable; cuida y ama a su marido Werner (Horst Rehberg), con el que lleva más de treinta años casada, tiene dos nietas, canta en un coro de mujeres mayores… Todo sigue su curso hasta que un día Karl (Horst Westphal) aparece en su casa para que le haga un arreglo en sus pantalones. Sin quererlo, ella se siente perdidamente atraída por él, que ya tiene 76 años. Ella no lo quería así, pero sucedió, como suele pasar con las reglas del amor. Su romance es apasionado, y de repende se siente como una joven que vuelve a sentir y a amar. El personaje se debatirá internamente entre si guiarse por sus sentimientos o hacer caso a la razón, que le corrompe la conciencia.

Dirigida por Andreas Dresen, esta película alemana, que concursó en el pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla y que obtuvo dos nominaciones en el European Film Award – mejor director y mejor actriz –, nos enseña como el amor nunca es algo seguro y que los años no son sinónimo de estabilidad emocional. En el séptimo cielo destapa un tema que parece ser tabú en la historia del cine y en la sociedad: el amor y la sexualidad en la vejez, y lo trata de una manera muy natural y auténtica. Nos hace reflexionar y nos demuestra que el amor no es una cuestión de edad.


Haiku

Nuestros horizontes
se marchitan como flor
que no se riega

Valle de la Luna

“…sólo anhelaba una cosa: cruzar la frontera, no importaba cuál ni dónde, porque no me importaba el fin, la meta, el destino, sino el mero acto, casi místico y trascendental, de cruzar la frontera” (Viajes con Herodoto, Ryszard Kapuscinski)

El verano pasado crucé la frontera, ese deseo tan anhelado que comparto con Kapuscinski. Más bien, crucé el gran charco que nos separa del inmenso continente americano. Mi destino: Argentina. No hace falta decir que la riqueza de paisajes y de gentes de este país es impresionante.
En el extremo norte de la provincia de San Juan, limítrofe con Chile, se encuentra el Valle de la Luna (también conocido como el parque provincial de Ischigualasto). Una reserva paleontológica absolutamente espectacular. Es el único lugar les mundo donde puede verse totalmente al descubierto el periodo triásico. Entrar aquí es entrar en un lugar de formaciones rocosas surrealistas. Las lluvias y el viento de miles de año han ido formando un paisaje absolutamente increíble.

















El turista que llega a este parque se encuentra con un territorio prácticamente desierto. La ruta se realiza en coche, ya que son más de 40km de caminos rocosos. En cada parada, un guía nos explicaba todos los secretos que esconden aquellas rocas.

Ischigualasto, en quechua, significa “sitio donde se posa la luna”. Un nombre muy acertado, ya que el color de la tierra y los cráteres que se forman por todas partes nos recuerdan a la luna.



Si alguna vez visitáis Argentina, intentad desviar vuestra ruta hasta el Valle de la Luna. Realmente merece la pena.


sábado, 14 de marzo de 2009

Viaje a Ítaca

Sabio, como sin duda serás después de tantas experiencias, sabrás muy bien qué cosas son las Ítacas

Con estas palabras termina Ítaca, el poema de Konstantínos Kaváfis.

¿Y qué es Ítaca?

Esta isla del Jónico que pertenece a Grecia es para Kaváfis un camino lleno de experiencias, historias y vivencias que debe recorrer Ulíses. No es el destino del viaje, sino el viaje en sí mismo el que nos llena el cuerpo y el alma. La consecución del viaje carece de importancia, lo realmente importante es lo que aprendemos a lo largo de este viaje.

Ítaca es una analogía de la vida. No merece la pena vivirla rápida y con prisas. Hay que disfrutar y aprender lo que cada experiencia nos enseña. Por eso, como dice Kaváfis, hay que rogar que el viaje sea largo. Hay que detenerse en cada punto del camino.

Después de este viaje de tantos años habremos comprendido lo que es Ítaca.



Viajar para contarla

Un viaje es la puerta al conocimiento, a nuevos horizontes, a nuevas aventuras y experiencias.
Con este objetivo ser creó tuaventura.org, un proyecto de ciberperiodismo dedicada a los amantes de viajar, a los que sueñan con nuevos escenarios y disfrutan conociendo nuevas culturas.
Esta iniciativa está formada por diversos corresponsales de diferentes partes del mundo que explican sus experiencias de viajes y nos muestran otra visión del mundo que va más allá de las cuatro paredes a las que estamos acostumbrados.
Los viajes son los que nos van construyendo como personas, los que van conformando nuestros pensamientos y visiones del mundo. "Viajar" es un verbo delicioso que debería estar presente en la vida de cualquiera. Nunca he entendido a la gente que no le gusta viajar, que prefiere quedarse en casa jugando con la PSP en vez de destinar ese dinero a un viaje, a un experiencia.
En el lado del mundo en que vivimos deberíamos considerarnos unos afortunados. El mundo tiene las puertas abiertas para nosotros, pero muchas veces tenemos miedo de traspasar esa frontera, miedo a lo desconocido. Pero simplemente se trata de una cuestión de valor, no de dinero.
Hace unos días tuve el placer de conocer a un corresponsal de guerra, Nico Valle. Me explicó sus experiencias sobre las diferentes partes del mundo en las que había estado: Irak, Irán, Afganistán, Líbano, Bosnia... Sus relatos me provocaron una envidia sana. Yo quiero hacer esa vida. Conocer esas gentes, esa cultura, esos territorios. Sus palabras estaban llenas de conocimiento y sabiduría, y era porque había visto el mundo con sus propios ojos. Nico, hace unos años, cogió un mochila pequeña con las cosas indispensables y se fue un año a recorrer el mundo. Estuvo por África, Ásia, Europa... Y vivió experiencias innovidables.
Creo que todos deberíamos ser un poco como Nico. Coger una mochila y desaparecer. O más bien dicho, aparecer.
Todos los rincones del mundo tienen algo interesante que ver, todas las culturas tienen algo curioso que contar, todos los paisajes son dignos de contemplar. Y nunca es demasiado tarde para coger esa mochila y empezar un nuevo viaje.
Parafraseando a Gabriel García Márquez en su libro "Vivir para contarla", yo digo: hay que "viajar para contarla".

lunes, 9 de marzo de 2009

¿Qué es arte?

Muchas veces os habréis preguntado ¿qué es arte? Esta cuestión que puede parecer tan metafísica no tiene una respuesta exacta desde una percepción psicológica individual. Personalmente, no creo que el arte tenga que entenderse: tienes que sentirlo, tienes que conmoverte e impactar. Aunque, sin duda, el gusto se educa con el conocimiento.
El arte moderno, tal y como lo entendemos ahora, nace en el cuatroccento italiano y desde sus inicios se ha ido diversificando hasta un punto en que las fronteras entre lo que es arte y lo que no lo es es cada vez más difuso. El arte moderno inquieta al ciudadano. La excelencia en el arte no es objetivable, no hay una manera exacta de medir lo buena o mala que es una obra. Pero una cosa está muy clara, lo que es arte está valorizado, es muy caro y está al alcance de los multimillonarios con gustos exquisitos.



El arte contemporáneo nos ha mostrado que cualquier objeto puede considerarse artístico dentro de un museo. El gusto, las modas y las tendencias son las que determinan el arte. Pero ¿quién determina el valor económico del arte? ¿Coincide este valor con el artístico o el estético? ¿Desde qué parámetros se pone precio a una obra? ¿Se consume arte sólo como forma de distinción y como forma de diferenciarse del resto?
La relación entre arte y economía es muy estrecha. Hoy en día no se pude entender el arte sin el mercado, dado que el arte es un bien valorizado que se distribuye y comercializa. Por lo tanto, las manifestaciones artísticas se caracterizan por su doble dimensión: la cultural y la económica.
La dimensión cultural es la que busca satisfacer una determinada necesidad cultural. Es decir, la creación u oferta responden a unas demandas o consumo de obras de arte, consecuencia de una necesidad cultural insatisfecha. Esta dimensión cultural es el rasgo característico de las producciones artísticas, que las hacen exclusivas y las diferencian del resto de bienes.
Por otro lado, la dimensión económica engloba actividades económicas de producción, distribución y comercialización. Es en la actividad de distribución donde se genera el mercado del arte. Es obvio que para que exista mercado de una obra de arte se necesitan dos partes implicadas: la oferta y la demanda; y que se pongan de acuerdo en la transacción. En este punto, hay un desequilibrio porque los vendedores y compradores no disponen de la misma información. Al tratarse de productos únicos e irrepetibles, piezas exclusivas y únicas en el mundo, se trata de un mercado prácticamente monopolítico. Tal y como explica William Baumol en un estudio económico sobre el mercado del arte, en este sector no existe un nivel de equilibrio por lo que sus precios son considerados no-naturales en el sentido clásico. La elasticidad de la oferta es cero, como pasa en el caso de obras de arte de artistas ya fallecidos, ya que el exceso de demanda no provoca un incremento de la oferta. Por lo tanto, el mecanismo de equilibrio de precios en el mercado del arte es más débil que en los otros mercados.
Llegados a este punto, hay que destacar el importantísimo papel que han jugado los críticos de arte, que con sus opiniones pueden influir en los gustos generales y en la valoración de este mercado, basado en modas y tendencias. La segunda mitad del siglo XX ha sido la época en la que más se ha valorizado el arte. Los precios del arte crecen más que los de las acciones en los últimos 135 años y superan la inflación.
En mi opinión, las obras de arte responden cada vez más a la dimensión económica que a la cultural. El arte se ha convertido en las últimas décadas en un bien de inversión que mueve millones en un mercado creado y promovido por y para los ricos. Las desorbitadas subastas de obras de arte muestran el potencial de este mercado, y las cantidades de dinero que se manejan han adquirino proporciones desmesuradas. ¿De verdad valen 13 millones de euros las penosas vacas en formol de Damien Hirst? ¿Merece la cúpula de Barceló una inversión de 20 millones de euros, una suma que podría ser el presupuesto de un país pequeño? El año pasado las ventas de obras de arte superaron, por primera vez, la barrera de los mil millones de dólares. Las dos casas más importantes son Sotheby’s y Christie’s, que en 2006 alcanzaron altas cifras: vendieron cinco obras de Klimt en 327 millones; y además tuvieron récords para Gauguin, Schiele, Warhol y, entre otros, un Cézanne a 37 millones y un Pollock a 140 millones.
El mundo del arte está cada día más ensimismado y es más irreal y más perverso. Hace dos semanas se celebró la subasta del siglo en París, la de la colección del modisto Yves Saint Laurent (fallecido en verano del 2008) y su compañero Pierre Bergé, en la que se recaudaron 773 millones de de euros. Y yo me pregunto: ¿dónde está la crisis?


domingo, 1 de marzo de 2009

El “topicismo” cultural

El “topicismo” es una enfermedad hereditaria que sufrimos la mayoría de humanos. No está diagnósticada por ningún médico, ni estudiada en ningún ensayo clínico, ni tampoco existe una cura infalible contra este síndrome. Pero casi todos lo padecemos y es altamente perjudicial para la salud mental. Los tópicos construyen nuestra mente y nuestra percepción del mundo. Los chinos son trabajadores; los latinos, pasionales; los franceses, románticos; y los catalanes, tacaños. Experimentamos una curiosa satisfacción cuando vemos reflejados los tópicos en la realidad y nos sentimos engañados y frustrados cuando comprobamos que son simplemente eso: tópicos. Los turistas que pasean todos los veranos por las Ramblas de Barcelona compran peinetas y estatuillas de toros (además de aquellos estúpidos gorritos mexicanos) porque piensan que aquello es made in spain.
El síndrome del “topicismo” desgraciadamente se encuetra por todas partes y también contamina a la cultura. Para ser más precisos, los productos culturales, junto con los medios de comunicación, son los principales canales que construyen y retroalimentan los tópicos.
La idea que nos formamos sobre un país, una sociedad o una cultura proviene de diversas imágenes que nos llegan en forma de flashes. Nos conformamos con esas pinceladas para construir nuestra concepción del mundo. Pero en realidad un tópico esconde miedo, pereza y orgullo. Miedo a que se desarmen nuestras estructuras mentales. Pereza, porque es más fácil aceptar que los gallegos son brutos, los andaluces holgazanes y los ibicencos fiesteros que pararse a pensar y conocer por nostros mismos. Orgullo porque posiblemente uno se siente más contento consigo mismo sabiendo cuatro cosas de algo. Quizás estas son tres de las características que nos distinguen como seres humanos: el miedo, la pereza y el orgullo.
La pregunta está en si podemos evitar el tópico al realizar una producción cultural. En mi opinión, no es una tarea imposible, pero sí muy complicada. Romper con los tópicos no resulta nada fácil. Cualquiera que lo intente se encontrará con una barrera de mentes ya moldeadas que, ya sea por miedo, pereza u orgullo, no tienen demasiado interés en romper con estos esquemas.
Basta con fijarse en el séptimo arte. Las películas que han intentado romper estos moltes han sido tildadas de “independientes” o “experimentales” y no acostumbran a tener demasiado éxito entre las masas. En cambio, las grandes producciones de Hollywood se encargan de reproducir película tras película diferentes tópicos. Un ejemplo claro, y con la ceremonia de los Oscars aún caliente, es el de Vicky, Cristina, Barcelona. Woody Allen nos muestra una ciudad cosmopolita, pero a su vez muy “española”, en donde mientras uno pasea por las calles puede escuchar canciones de Paco de Lucía. Muy típico de Barcelona…



Por otra parte, a veces la línea fronteriza entre tópico y realidad es muy estrecha. Es el dilema de ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? Un tópico nace de una realidad magnificada y repetida. Y, a su vez, el tópico puede llegar a convertirse en una realidad a partir de la asimilación de aquellos actores que se encuentran implicados. Por poner un ejemplo, si existe el tópico de que en un barrio concreto todos son unos “macarras” y “chorizos”, puede que al final, un vecino honrado de aquel barrio acabe asimilando aquella etiqueta y se convierta en ese tópico.
Los medios de comunicación y la cultura son los grandes responsables de romper con estos tópicos, de educar a los ciudadanos y de presentar estampas variadas y lo más fidelignas posibles a la realidad. Aunque algunos crean que no, en el siglo XXI aún funcionamos a partir de tópicos. Y ya es hora de encontrar un remedio a esta enferemedad.

“Moros venen, moros van”

Este año se conmemoran 400 años de la expulsión de los moriscos en España. Una limpieza étnica que se llevó a cabo por todo el territorio y que afectó a más de 300.000 personas. Un triste capítulo de la historia de este país que poca gente parece recordar.

Para ser sincera, cuando empecé a escribir este texto el conocimiento que tenía sobre este hecho era básico y he tenido que consultar varias páginas web y libros de historia para poder hablar del éxodo forzoso más importante en España antes de la Guerra Civil. Somos víctimas de un sistema educativo que esconde los trapos sucios de un Estado que en un tiempo fue imperio. Las masacres, los abusos, los robos, los asesinatos y la extinción de culturas y étnias que cometió el reino español en colonias y comunidades son breves relatos adornados que se concluyen en una lección de historia.

He tenido la suerte de educarme en dos países diferentes, Argentina y España. Y, aunque ambos son países iberoamericanos con raíces y culturas parecidas, en el primero, en el que sólo estuve dos años de mi vida estudiantil, aprendí mucho más sobre el imperio español y la colonización que en doce años en España.

Mi hermano no tuvo esa suerte. A la edad de tres años, en una representación del colegio le hicieron cantar una canción que decía algo así como: “Moros venen, moros van, pel carrer de Sant Joan. Moros a terra! Moros a guerra!”. Les hablo del siglo XXI, no de hace 400 años.

La mayoría de gente, cuando su ropa está sucia la lava. Otros, símplemente se echan colonia por encima para ocultar el mal olor. Esto es lo que estamos haciendo nosotros con algunos episodios de la historia, y uno de ellos es la expulsión de los moriscos en el siglo XVII.

Los moriscos eran los descendientes de las personas que en el pasado del al-Andalus profesaron la religión musulmana y fueron bautizados tras la pragmática de los Reyes Católicos del 14 de febrero de 1502. Esta conversión al cristianismo buscaba el asimiliacionismo de la comunidad musulmana por la fuerza. Los mudájeres de toda España, que llevaban siglos viviendo en el país, tuvieron que ir a las iglesias a bautizarse y cambiarse el nombre para no perder sus tierras y poseciones. Si alguno no entendía bien el castellano o no se le ocurría ningún nombre, se le ponía Fernando si era hombre e Isabel si era mujer. La mayoría de los moriscos optaron por la conversión para no ser expulsados. Durante más de un siglo vivieron subordinados a la fe cristiana y en una difícil convivencia. Aquellos que querían seguir profesando sus creencias y costumbres lo tenían que hacer a escondidas. Eran odiados por los cristianos viejos, rechazados por la Corona y detestados por la Iglesia.

En 1609 Felipe III decretó la expulsión de los moriscos españoles, que en teoría ya eran cristianos conversos, y acabó con una farsa de la convivencia feliz de tres religiones (judía, musulmana y cristiana). El rey quiso mostrarse como un símbolo de firmeza ante sus enemigos, pero en realidad fue la culminación de una política confusa hacia la comunidad morisca iniciada por los Reyes Católicos.

300.000 personas expulsadas en siete años, en la historia hay pocos casos similares. Posiblemente entre los siglos XVI y XVIII no hubo ninguno de esta amplitud.

Muchos emigraron a América, aunque la mayoría de moriscos fueron transportados al norte de África.

La pérdida del 4% de la población puede parecer de poca importancia, pero hay que tener en cuenta que los moriscos conformaban una parte importante de la masa trabajadora. Las consecuencias de la expulsión fueron graves para la economía de España, sobre todo para el Reino de Valencia, que perdió la cuarta parte de su población. Los grandes señores perdieron la principal mano de obra en la agricultura y los burgueses se arruinaron debido a la suspensión de pagos de rentas por los préstamos hechos a los pripietarios rurales.

La huella de los moriscos tuvo una presencia muy fuerte en el arte, la economía, la agricultura o la arquitectura de los países de destino, como Argelia o Túnez. El éxodo de estos españoles supuso una transferencia de la cultura hispánica por todo el Mediterraneo.

A lo largo de este año se van a celebrar una serie de eventos, conferencias y exposiciones para conmemorar y recordar desde diferentes perspectivas este episodio histórico. Como por ejemplo, la exposición Entre la tierra y la fe. Los musulmanes en el reino cristiano de Valencia (1238-1609) que se inauguró el pasado 26 de febrero en la Nau de la Universistat de València.

También se celebrará un congreso en la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona durante los días 15 y 16 de abril que llevará el título de: Imagen y cómic: de Fortuny al Capitán Trueno. El imaginario sobre el mundo árabe y el Islam.

Por otra parte, la web www.1609-2009.es es un portal creado expresamente para introducir al internauta en esta etapa de la historia. Pese a que su diseño no resulta demadiado atractivo ni claro, cuenta con una amplia información sobre la comunidad morisca y su expulsión.

Todas estas iniciativas se realizan con el objetivo de estudiar y reflexionar sobre esta expulsión. Una limpieza étnica que 400 años después sigue pareciendo muy actual.