Un año más el
BAFF, el Festival de Cine Asiático de Barcelona, abrió sus puertas para ofrecer, en su 11º edición, una selección de más de 60 películas de producción reciente y, en su mayoría, sin estreno comercial previsto en España. Después de una década ofreciendo lo mejor del séptimo arte asiático, este festival ha conseguido un gran prestigio internacional y año tras año crece en espectadores y en renombre.
El BAFF ha contribuido a divulgar y consolidar la presencia de las cinematografías asiáticas más allá de los círculos de culto. En sus diez años de vida ha descubierto nuevos nombres que se han revelado como imprescindibles en el cine contemporáneo y se ha mostrado atento a nuevas corrientes y nuevos cineastas que han ido apareciendo en los últimos años.
Des del 30 de abril hasta el 10 de mayo, el
CCCB, el Cine Rex, Aribau Club y el Espai Cultural Caja Madrid se conviertieron en salas de proyección de las películas japonesas, chinas, tailandesas o coreanas, entre otras nacionalidades, más interesantes del último año. Durante diez días la mejor cinematografía asiática se mudó a Barcelona y se proyectó en las pantallas, dando la posibilidad a los espectadores de escoger entre una variada oferta con títulos para todos los gustos.
Como novedad de este año, el festival dirigido Amaia Torrecilla y Carlos R. Ríos se incorporó en la lista de festivales en los que se concede el prestigioso galardón otorgado por la organización NETPAC (Network for Promotion of Asian Cinema). Este premio reconoce la mejor película asiática de los diferentes festivales (Berlín, Rótterdam, Cannes, Venecia, Singapur o Pusán).
Como de costumbre, el BAFF apuesta por nuevas miradas en su Sección Oficial a concurso, en la que la mayoría de los directores son de breve trayectoria pero con un gran potencial cinematográfico. En esta nueva edición, los organizadores han decidido cambiar la sección País Invitado, en la que cada año ofrecían una selección de películas de una nacionalidad concreta, por nuevas secciones en las que tendrá cabida nuevos focos de interés. Destaca la presencia de las denominadas “cinematografías emergentes”, procedentes de una gran parte del sudeste asiático. Un nuevo apartado es el de Emergentes, punto de encuentro de los trabajos de directores noveles. La otra, Focus Sudeste Asiático, engloba filmes filipinos, indonesios o malasios de nuevos realizadores.
Por último, la sección Cinegames, cuyas películas invitan a reflexionar sobre la relación entre cine y videojuegos, y el apartado Nippon Connection on tour, selección de piezas japonesas (animación e imagen real) procedentes del prestigioso festival alemán Nippon Connection, redondean una programación rica y variada.
En definitiva, el BAFF es una invitación mu apetecible para todos aquellos amantes del séptimo arte que quieran impregnarse de la cultura y el punto de vista asiático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario