lunes, 18 de mayo de 2009

Los locos que guían a los ciegos

EL REI LEAR

Director: Oriol Broggi

Intérpretes: Joan Anguera, Paula Blanco, Màrcia Cisteró, Oriol Guinart, Pep Jové, Òscar Intente, Francesc Pérez, Mercè Pons, Albert Ribalta, Xavier Ripoll, Xavier Ruano, Enric Serna, Marc Serra, David Vert i Ramón Vila.




Sobre la locura y la vejez trata una de las tragedias más complejas y cargadas emocionalmente de Shakespeare: El Rey Lear. El joven director Oriol Broggi, que no parece temer a esta complejidad, ha sabido captar la esencia de la obra y transmitirla de una manera sencilla y directa, apostando por una puesta en escena arriesgada que se encuentra en decadencia. Me refiero al teatro puro, sin adornos ni aditivos. La austeridad escénica interpreta un papel muy importante dentro de la obra, permitiendo al espectador dejar volar su imaginación.

La nave gótica de la Biblioteca de Cataluña se transforma en el espacio idóneo para transmitir ese ambiente lúgubre y cargado propio de El Rey Lear. La profundidad de la sala, por la que van entrando y saliendo los personajes hasta llegar al epicentro donde se desarrolla la acción, supone un punto de vista original para el público, que se convierte, en cierta manera, en una parte más de la obra. La disposición de la platea, que envuelve el escenario cubierto de arena, juega con la proximidad del público y le otorga el papel de cómplice. El resultado, un teatro mucho más vivo e intenso. Sin embargo, esta misma disposición también es un obstáculo para que el espectador se introduzca completamente en la historia y se deje llevar por sus pasiones. La longitud de la sala dificulta la visibilidad y el público corre el riesgo de desnucarse con los constantes movimientos de cabeza que debe hacer para seguir la trama.

La original adaptación de Broggi conserva la esencia de la doble tragedia paterno filial más apasionada de la literatura, introduciendo guiños contemporáneos, como la pantalla donde se proyectan paisajes nebulosos para las escenas de exteriores, el juego de sombras de la última escena o el moderno paraguas que cubre a Gloster en la tempestad.


El reparto está a la altura de las circunstancias. Joan Alguera, magnífico, se encarna en un rey Lear con carisma, fortaleza y poder y lo acompaña en su trance hacia la locura y el desquicio, perdido en la soledad por su afán de ser amado. Las hijas que lo traicionan, Regan/ Màrcia Cisteró y Goneril/ Mercè Pons, cumplen su papel a la perfección. Por su parte, la sinceridad inocente de la joven Cordelia destapan a Paula Blanco como una actriz revelación. Destacada también la actuación de Pep Jové (Gloster) y Óscar Muñoz (Edgar). No ocurre lo mismo con el villano de la obra, el bastardo Edmund, quien no adquiere la maldad y credibilidad necesaria bajo la actuación de Xavier Ripoll. El espléndido y atrevido bufón, interpretado por el impecable Oriol Guinart, junto con la locura del rey Lear, aportan toques de humor característicos de las obras shakesperianas y salvan a la obra en los momentos bajos.

Salvo alguna dificultad con los tiempos, en los que la trama se diluye, la original adaptación de Broggi es un Shakespeare en estado puro, sin más adornos que los necesarios.


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