En el séptimo cielo (en alemán, Wolke Neun) es un drama romántico que muestra como el amor, la pasión y el sexo son posibles en la vejez. La veterana actriz alemana Ursula Werner, que la pudimos ver en Willenbrok (2005), interpreta a una mujer fuerte, pero que se encuentra en un punto de inflexión de su vida sentimental. Igne está en la sesentena y su vida es estable; cuida y ama a su marido Werner (Horst Rehberg), con el que lleva más de treinta años casada, tiene dos nietas, canta en un coro de mujeres mayores… Todo sigue su curso hasta que un día Karl (Horst Westphal) aparece en su casa para que le haga un arreglo en sus pantalones. Sin quererlo, ella se siente perdidamente atraída por él, que ya tiene 76 años. Ella no lo quería así, pero sucedió, como suele pasar con las reglas del amor. Su romance es apasionado, y de repende se siente como una joven que vuelve a sentir y a amar. El personaje se debatirá internamente entre si guiarse por sus sentimientos o hacer caso a la razón, que le corrompe la conciencia.
Dirigida por Andreas Dresen, esta película alemana, que concursó en el pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla y que obtuvo dos nominaciones en el European Film Award – mejor director y mejor actriz –, nos enseña como el amor nunca es algo seguro y que los años no son sinónimo de estabilidad emocional. En el séptimo cielo destapa un tema que parece ser tabú en la historia del cine y en la sociedad: el amor y la sexualidad en la vejez, y lo trata de una manera muy natural y auténtica. Nos hace reflexionar y nos demuestra que el amor no es una cuestión de edad.
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